El verano es la época del año preferida por muchos, pero eso no implica que sea perfecta al 100%. Como queremos que sigáis enamorados del verano, hemos creado una nueva gama de protectores que contienen filtros para todo aquello que nos molesta de la época estival. No importa qué sea con lo que más sufres estos meses, tenemos productos para todas las necesidades.

Protector anti-calorías

Llevas dos meses con la operación bikini: gastando dinero en productos quemagrasas, degustando todas las variedades habidas y por haber de verduras hervidas, sudando en el gimnasio hasta el borde de la deshidratación y ahora, de repente, llegan las tentaciones por todos lados. Te pasas el verano negociando con Pepito Grillo (que resulta que también es dietista): si puedes comer helados, ir a la barbacoa con tus amigos o hidratarte a base de cóckteles. ¡Pero gracias al protector anti-calorías, tus problemas han acabado! Abre ese pozo sin fondo que tienes como estómago y date todos los caprichos que quieras sin engordar ni un gramo. Ya volverán esos meses en los que tu mayor manjar sea un sandwich en los cinco minutos libres que te deja tu trabajo. 

Protector anti-agobio

Levas medio año soñando con estar en la playa, sin pensar en nada, escuchando el relajante sonido del mar, disfrutando de la calma que no tienes el resto del año. Sin embargo, en cuanto pones el primer pie en la playa, te das cuenta de que todo es un poco diferente a cómo lo habías imaginado: casi se necesita un aparcacoches para encontrar dónde poner la toalla y cuando después de caminar dos kilómetros para hacerlo, consigues tumbarte, te das cuenta de que de un lado tienes a una familia con cinco niños pequeños gritando y del otro a un grupo de ancianos que juegan a la brisca con el sonotone apagado: adiós a la calma. Si has sufrido esto alguna vez, nuestro protector anti-agobios es tu salvación. También funciona en lugares turísticos y discotecas.

Protector anti-calores

Te has pasado medio invierno quejándote del frío y pensando en ese momento en el que quitarte el abrigo y encerrarlo en el lugar más recóndito de tu armario. Pero, como el hombre es un animal inconformista, ahora que pones un pie en la calle y crees que están a punto de derretirse las uñas de tus pies, que se te hinchan tanto las piernas que crees que si les atas una cesta, podrías realizar un paseo en globo y que temes que si pusieras una sartén sobre tu cabeza podrías freír un huevo, echas de menos a tu viejo compañero de lana. Si el calor te deja aplatanado y recuerdas con cariño aquellas noches en las que enredarte en el nórdico de tu cama era un privilegio, éste es tu protector. Mejor que un abanico y mucho más barato que lo que pagarás de luz si tienes encendido todo el día el aire acondicionado.

Protector anti-bichos

En verano, a todos nos gusta salir más, y eso incluye a todas las criaturitas que durante el invierno nos dejaron tranquilos. El verano es corto sí, pero seguramente podríamos aprovecharlo más si no fuera porque empleamos la mitad de estos tres meses en intentar matar antes de irnos dormir a ese mosquito trompetero que está en tu habitación y que hagas lo que hagas, acabará dejándote un grano del tamaño del Vesubio; o en llevar a cabo un magnicidio de moscas antes de que se posen sobre a ensaladilla rusa de tu abuela; o haciendo la estatua, sin moverte para que no te pique la avispa de turno. ¡Se acabó desperdiciar así el verano! Con este protector tendrás un ahuyentador de todos los insectos catalogados. Que se vayan a estropear el verano a otro, ¡hombre ya!

Protector anti-olores

¿Será el calor? ¿Será que llevamos menos ropa? ¿Será que sudamos más? ¿Será que nos duchamos menos? Sea lo que sea, lo cierto es que el verano a veces tiene un aroma que es difícil de tolerar. Si eres de los que llevaría por la calle una pistola de agua cargada con colonia para abrir fuego a discrección a quienes emiten vapores tóxicos, ésta es tu solución. Con el protector anti-olores, el verano será para ti la colonia más exclusiva de todas.

Llega el verano, el calor, la brisa fresca en la montaña, el mar o en una terraza, las fiestas, la buena compañía y los atardeceres. Y es fundamental mitigar el calor, así que ¿quién dice que el vino no puede ser una bebida refrescante y veraniega? ¿O que tenga que servirse solo y en copa? Con permiso de la cerveza, queremos convertir el brebaje de los dioses en la opción más tentadora de los días calurosos. Y estamos hablando de ir más allá del calimocho y la sangría ¿Por qué no saborear un poema oscuro, un zapatero cabernet o un café ruso? Investigad, sed osados y seréis los reyes del terraceo.

Eso sí, siempre con moderación y de forma saludable. Dejad algo para los demás.

Y el mejor acompañamiento para el buen caldo es, por supuesto, una mejor conversación. Así que podéis acompañar vuestra bebida estrella de la tarde con un poco de historia o unas notas interesantes sobre el vino, su procedencia, sus características particulares o su tradición. Aunque sin pasarse ¡no necesitamos impartir un doctorado!

Ya tenéis la receta perfecta para una tarde de verano insuperable. Solo queda brindar ¡chin, chin!