Cartera. Llaves. Móvil. Perfecto, puedo ir al fin del mundo. Este es el repaso mental que hacemos cuando salimos de casa (no siempre en este orden). Y es que el teléfono móvil se ha convertido en parte de nuestras vidas de una manera tal que casi es imposible distinguir dónde acaba nuestra mano y empieza nuestro terminal. Pero los móviles multitarea que conocemos hoy y que entran en el bolsillo de prácticamente cualquier pantalón (porque los fabricantes de ropa siguen sin querer diseñar pantalones de mujer en los que entre algo más que una moneda de 10 céntimos), tuvieron un pasado bien diferente.
Hoy nos detenemos a observar la evolución física de los teléfonos móviles y cómo no, las diferentes prestaciones para los que lo hemos utilizado. Porque ¿quién no recuerda aquello de "hacer llamadas perdidas" como forma de saludo habitual o las largas conversaciones vía SMS? A los teléfonos de la actualidad les falta poco más que incorporar la función microondas pero todos, incluso la tecnología, tenemos un pasado.