Nunca supe qué o quiénes eran, ni siquiera hacia dónde iban. En realidad, muy pocas veces sabía algo sobre cualquier cosa. Sólo sé que los vi atravesar el sol fugazmente, como si sus rayos no fueran capaces de abrasarlos. Los observé escondido, intentando imaginar algo sobre ellos; tratando de descifrar qué loco propósito tenían. Pasaron ante mi mirada mucho antes de que yo obtuviera alguna respuesta. Más tarde, comprendí que era de eso de lo que se trataba: yo miraba, ellos navegaban.